jueves, 26 de febrero de 2015

hambre


Yo que había puesto encima de mi pecho un pequeño letrero que decia ‘cerrado por demolición’. Y aquí me tiene usted, pintando las paredes y abriendo las ventanas. Carlos Pellicer




Comerme todas tus penas,
regurgitar muchas más alegrías de las que imaginaste,
más de las que soñaste.
Comerte y recomerte,
como en las cenas de las bodas gitanas.

Deglutirte de dentro a afuera,
no dejar rincón perdido:
ni bajo las uñas,
ni tras las pestañas.
No dejar ni uno solo al fondo de tu pecho
por muchos dragones que lo guarden.

Y lamer la paleta de colores de tus brazos,
para borrarlos
o para grabármelos en las papilas.

Lamerte despacio
como si fueras el último bombón de la caja,
como quien no se rige por el tiempo,
como quien se quedó suspendido en el tiempo,
en un instante que dura eternamente.

Saborearte
mientras buscas nuestra banda sonora en Spotify
la canción perfecta para un momento especial.
¡Qué más da la música que suene fuera!
¡Quiero comerme toda la música que llevas dentro!,
tragarme una a una todas tus notas,
bailar al compás que nuestras caderas marquen
que nuestras almas compongan.

Quiero que seas el plato principal de mi dieta.

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